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23 de agosto de 2007

¿Qué nos espera en la demografía del mundo laboral en los próximos 20 años?




Por Eric Quesada
Gerente Regional de Manpower para
Centroamérica y República Dominicana



SANTO DOMINGO.- En el año 2003 se lanzó el estudio sobre el Futuro del Trabajo en el Mundo analizando el gran crecimiento de economías asiáticas así como de los considerables cambios demográficos en Europa y Norteamérica para posteriormente en el 2006 analizar el caso de Latinoamérica, dando como resultado El estudio del Futuro del Trabajo en Latinoamérica.
Esta investigación se desarrolló en torno a 7 meta temas relacionados con el ámbito laboral:
1. Cambios demográficos ¿Cómo cambiará la población de la región de aquí al 2015/2025?
2. ¿Cómo evolucionará la migración de personas y empleos?
3. Glocal, el encuentro de la cultura global con las culturas locales
4. Educación, habilidades y capacidades:
5. Productividad en la economía del conocimiento
6. Impacto de la tecnología en el lugar del trabajo.
7. Motivación e incentivos para el trabajo.

ECONOMíAS.- Las personas alimentamos las economías con trabajo y consumo. En Latinoamérica se incrementará en un 13% la población; constituyéndose en segunda región con mayor crecimiento en el mundo, pero en desaceleración económica ya que su ritmo de crecimiento en la próxima década será de un 34% menor al de finales del siglo XX. Y para el 2025 representará 9% de la población mundial, pasando a 628 millones en 2015 y a 690 millones, convirtiéndose en una de las más urbanizadas del planeta. Se habla de que para el año 2025, la proporción de población rural vs población total de la región, será la misma que la presentada por las naciones más desarrolladas del mundo.
La población rural dejó de crecer en Latinoamérica en el año 2000, mientras que nivel global dejará de crecer hasta el 2015. En República Dominicana en 1985 el 46% de la población era rural, para el 2005 significaba un 40% pero para el 2025 será solamente del 30%; esto significa que el 70% de la población estará concentrada en las ciudades con los retos de educación, vivienda, servicios básicos, seguridad social, etc.

RETOS.- En el año 2015 Latinoamérica alcanzará su Cenit demográfico y tendrá una estructura poblacional con 2 personas en la PEA por cada una que no lo sea. Y la esperanza de vida habrá incrementado a 75 años promedio. Ante estos cambios, se requerirá generar educación y capacitación con amplia cobertura, adecuación a la demanda económica, servicios públicos suficientes ante una inmigración no planeada y numerosa,
Los retos a enfrentar son: La generación de empleos formales para los 50 millones de personas que se incorporarán al mundo del trabajo en los próximos 10 años en todos los países de América Latina. Para 2015 casi 300 millones de personas integrarán a la PEA Latinoamericana. Y el desafío será el aseguramiento de la capacidad financiera para sustentar las pensiones presentes y futuras.
Si bien Latinoamérica gozará de un importante bono demográfico, la pirámide poblacional se comienza a invertir. Para el año 2025, la proporción de dependientes económicos con respecto al total de la PEA empezará a aumentar de nuevo. Pero ahora ya no por un incremento en el número de menores de edad, sino por el envejecimiento relativo de la población.
Es decir, se tiene previsto que la población Latinoamericana de 2025 sea una población con un mayor número de individuos de edad promedio de 35 años. En el caso de República Dominicana será de 31 años.

INCREMENTO.- Además de haber un incremento en el número de habitantes, habrá mayor participación de personas en rangos de edad mayores, a diferencia de la actualidad, en donde la población esta compuesta en su mayoría por niños y jóvenes. Es decir, se observa que la población de República Dominicana, en concordancia con el contexto demográfico mundial, será parte del proceso de envejecimiento demográfico que se tiene previsto para los próximos años.
No sólo se seguirán buscando nuevas oportunidades de empleo y un mejor nivel de vida por la disparidad de ingresos entre las regiones, la actitud de las personas para emigrar está cambiando. Jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos, académicos o de países de procedencia presentan un “espíritu más aventurero” en búsqueda de un mejor ingreso, educación y calidad de vida.
Las diferencias en la disponibilidad de jóvenes en algunas naciones vs la escasez de ellos en otras (acompañada de envejecimiento relativo de la población en naciones desarrolladas), generará demanda de trabajadores para labores de mano de obra intensiva como para las de mayor especialización.

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