Fotos: Gustavo Pérez
Manuela Lora/MS
SANTO DOMINGO.- Fue muy fácil para ellos posar para la fotografía: se abrazaron, se miraron y juntaron sus labios como si hubiera sido la primera vez. Wilfrido Villabrille y Mercedita Molina Casals disfrutan de un amor de juventud que pretenden perpetuar formando una familia.
No saben en el momento exacto en que se enamoraron, ni cómo, pues ella lo veía como un terrible pedante, y él a ella la veía como una insoportable egocéntrica. Entre discusiones triviales y serias conversaciones surgió el amor entre estos dos jovencitos en la residencia de su amigo Máximo Tejeda, lugar en el que se conocieron.
Empezaron las largas conversaciones nocturnas, las escapadas, los cuentos verdes, el cine, las esperas en la plaza… “Nos costó muchas trasnochadas, porque cuando la señorita no podía dormir, me llamaba a la hora que fuera, y yo durmiendo casi siempre, pero se me iba el sueño”, dice Wilfrido.
Pasó todo un mes desde el inicio de la relación hasta que ellos decidieron culminar con su noviazgo “clandestino”, como lo definen, y formalizar el mismo, lo que se hizo realidad en casa de “Chery” (como “Wilfri” la llama de cariño) con una “deliciosa cena”.
En seis meses de noviazgo Chery descubrió que lo que en un principio ella creyó que era “pedantería”, en realidad se trataba de una cualidad que no muchos ponen en práctica, la sinceridad. “Wilfrido dice las cosas tal como son”.
No saben en el momento exacto en que se enamoraron, ni cómo, pues ella lo veía como un terrible pedante, y él a ella la veía como una insoportable egocéntrica. Entre discusiones triviales y serias conversaciones surgió el amor entre estos dos jovencitos en la residencia de su amigo Máximo Tejeda, lugar en el que se conocieron.
Empezaron las largas conversaciones nocturnas, las escapadas, los cuentos verdes, el cine, las esperas en la plaza… “Nos costó muchas trasnochadas, porque cuando la señorita no podía dormir, me llamaba a la hora que fuera, y yo durmiendo casi siempre, pero se me iba el sueño”, dice Wilfrido.
Pasó todo un mes desde el inicio de la relación hasta que ellos decidieron culminar con su noviazgo “clandestino”, como lo definen, y formalizar el mismo, lo que se hizo realidad en casa de “Chery” (como “Wilfri” la llama de cariño) con una “deliciosa cena”.
En seis meses de noviazgo Chery descubrió que lo que en un principio ella creyó que era “pedantería”, en realidad se trataba de una cualidad que no muchos ponen en práctica, la sinceridad. “Wilfrido dice las cosas tal como son”.
Por otro lado, Wilfrido se enorgullece y sonríe al afirmar: “Cuando la conocí el mundo giraba alrededor de ella… ahora el mundo gira alrededor de los dos”.
La joven pareja está de acuerdo en que cada día deben fortalecer sus lazos de comunicación y respeto para hacer perdurar su relación. En agenda tienen la tarea de ahorrar y seguir preparándose profesionalmente para lograr independizarse como pareja.
La joven pareja está de acuerdo en que cada día deben fortalecer sus lazos de comunicación y respeto para hacer perdurar su relación. En agenda tienen la tarea de ahorrar y seguir preparándose profesionalmente para lograr independizarse como pareja.
Chery lo toma bien a la ligera, pues dice que los padres de Wilfrido duraron 7 años de amores, así que ella no está impaciente, y los toma como una inspiración de lo que quiere que sea su relación con Wilfrido.
La supuesta “egocéntrica” y el aparente “pedante” coincidieron una vez más al expresar que en este Día de San Valentín lo mejor que les va a pasar es cada uno disfrutar de la compañía del otro. Esta noche los jovencitos disfrutarán de una cena familiar y romántica junto a los padres y hermanos de Wilfrido.
La supuesta “egocéntrica” y el aparente “pedante” coincidieron una vez más al expresar que en este Día de San Valentín lo mejor que les va a pasar es cada uno disfrutar de la compañía del otro. Esta noche los jovencitos disfrutarán de una cena familiar y romántica junto a los padres y hermanos de Wilfrido.
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