A

.

.

22 de diciembre de 2006

Un par de deseos que lo valen todo

SANTO DOMINGO.- Deja que el Niño Jesús encuentre posada en tu corazón, permite que nazca en ti, déjate transformar, reinventar, toma en tu regazo todo el amor que viene a darte y disfrútalo, compártelo con la gente que amas, tu familia, pero no dejes de compartirlo con los que han sido menos agraciados en tu corazón, perdona y vive a plenitud esta Navidad.
Tany Méndez y Lisbeth Cabrera comparten con los lectores de Mercado Social sus deseos para esta Navidad y Fin de Año.

Tany Méndez, presidenta de Dismedita, casa distribuidora de los productos Arm & Hammer

“Aprovechemos este época para medir y analizar nuestra capacidad de amar, pensar, hablar, sentir, amar, dar, trabajar, prosperar y perdonar. Aprendamos a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarnos el aplauso de los débiles. Que Dios nos de fortuna, pero que no nos quite la razón, y que el éxito no nos quite la humildad. Que aprendamos a querer a la gente como a nosotros mismos, que aprendamos que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
En este nuevo año 2007 pido a todos que reflexionemos y celebremos la capacidad de amar, dar lo mejor en cada instante a cada ser que nos rodea y disfrutar los dones que se nos han dado. Que este año 2007 llegue cargado de un éxito real, preguntándonos ¿cuántas personas nos sonríe? ¿a cuántas personas amamos? Y cuántos admiran nuestra sinceridad y la sencillez de espíritu en nosotros. Que este nuevo año podamos recibirlo lleno de felicidad, con mucha paz, amor y prosperidad”.




Lisbeth Cabrera, directora de Mercadeo de Inversiones Dilmar


"Es con gran regocijo que vemos llegar nuevamente una temporada navideña, donde agradecemos al Dios Altísimo su misericordia.
Es oportunidad para darle gracias a Dios por las múltiples bendiciones que Él nos da y no desaprovechar ni un segundo para amar y demostrar el amor que tenemos hacia los que amamos.
Hay una gran verdad en una película reciente estadounidense, Click. Si vamos por la vida sin valorar a nuestros seres queridos, nuestro trabajo, a nosotros mismos y la pasamos rápido como solemos hacer; será muy triste nuestro destino.
La vida es para amarla y sí, aún esos momentos que no nos agradan tanto porque son los que nos forman.
La vida es un regalo que Dios nos ha dado ¡para vivirla con gozo y a plenitud en Él! En esta temporada de Navidad, les deseo a todos las mejores y mayores bendiciones de lo Alto.
Que sea un tiempo de paz, de reflexión, de amor, sobre todo, de conocimiento de nuestro Creador y Hacedor: nuestro Padre Celestial.
Así mismo, que el año 2007 traiga la cosecha de grandes y maravillosos frutos, todo lo que hemos sembrado en el 2006. Que sea un año que miremos con optimismo, energía, empuje y fe. Porque todas las cosas son posibles en Dios!"